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Si realizas la Ruta del Danubio deberías tener en cuenta qué ver en Viena, una de las ciudades más verdes del mundo y testigo de la grandiosidad de los antiguos imperios europeos.
Esta ciudad es una de las paradas del tour en bicicleta por el Danubio. Viena tiene mucho que ofrecer, en cuanto a arte se refiere, con su máximo representante: Gustav Klimt. Sigue leyendo para saber más.
Qué ver en la imperial Viena
A orillas del Danubio se encuentra Viena, la cuna de grandes compositores como Mozart, así como hogar de grandes palacios y pintores de renombre.
Muchos turistas quieren saber qué ver en Viena y visitan esta ciudad atraídos por la impresionante arquitectura o la vinculación de la ciudad con la música clásica. Pero, Viena, también tiene una gran vinculación con el arte, con numerosos museos y galerías. Esta ciudad vio crecer a Gustav Klimt, uno de los pintores más importantes y representativos del Art Nouveau.
La Viena de Klimt
Gustav Klimt fue uno de los artistas más importantes de El Modernismo, movimiento que se desarrolló en Europa y que afectó a diferentes disciplinas como la arquitectura, la escultura y la pintura. Empezó su trayectoria profesional con cuadros históricos. Luego desarrolló su inconfundible estilo expresionista con sus típicos ornamentos bidimensionales. Sus obras son conocidas en el mundo entero, incluso por aquellas personas que tienen un mínimo interés por el arte.
Encargos para instituciones
Gustav Klimt (Baumgarten 1862 – Viena, 1918) al igual que otros grandes pintores, como por ejemplo Munch, recibió encargos por parte de diversas instituciones, entre ellos, la decoración del patio del Museo de Historia del Arte de Viena, los techos del Palacio Sturnany, también en Viena, o los del Balneario Carlsbad en Checoslovaquia.
En 1894, la Universidad de Viena encargó al artista austríaco, las conocidas como ‘Pinturas de la Facultad’, para decorar el Aula Magna. Estas pinturas debían representar la Filosofía, la Medicina y la Jurisprudencia. La sensualidad y los desnudos que en ellas aparecían hicieron que el pueblo vienés se escandalizase considerándolas pornográficas. De estas pinturas solo se conservan algunos dibujos y una fotografía, ya que en 1945 fueron destruidas por las SS alemanas.
Época dorada
A lo largo de su carrera, Klimt produjo pinturas académicas, dibujos e incluso objetos de arte decorativo, pero es, sin duda, más conocido por la colección de cuadros producidos en su época dorada. Esta época se caracteriza por la aparición de figuras femeninas con matices eróticos, el uso del pan de oro y los diseños decorativos que recuerdan a los mosaicos bizantinos.
Algunas de las pinturas más representativas de este período del artista son:
- Palas Atenea (1898)
- Judith I (1901)
- Retrato de Adele Bloch-Bauer I (1907) también conocida como La Dama de oro
Pero sin duda la obra más icónica del artista es El Beso (1908). Una obra que puedes admirar si visitas el Palacio de Belvedere. En este cuadro se representa a dos amantes fundidos en un beso, es de las pocas representaciones de Klimt en las que aparece una figura masculina, ya que la pintura de Klimt se caracteriza por la presencia de mujeres.
Museos para ver en Viena
Si quieres ver las obras del artista debes visitar:
- Belvedere: Con 24 cuadros, posee la mayor y más importante colección de cuadros de Klimt del mundo, entre ellos El Beso.
- La Secesión de Viena: De la que Klimt fue cofundador, acoge el famoso Friso de Beethoven.
- El Burgtheater: En el centro de la ciudad, donde en 1990 aparecieron los bocetos para la decoración de sus techos, puede presumir de tener el único autorretrato de Klimt.
- El Kunsthistorisches Museum: De las 40 pinturas que adornan las escaleras del museo, 11 pertenecen a Gustav Klimt. Aquí se puede admirar el famoso cuadro de Palas Atenea.
Ruta del Danubio – Viena – Burgtheater
Una parada en tu ruta por el Danubio
El Danubio es uno de los ríos europeos más importantes. Sus casi 3.000 kilómetros cruzan Centroeuropa hasta desembocar en el Mar Negro. Su gran belleza lo convierte en un destino de película. A su paso crea preciosos paisajes que te recomendamos recorrer en compañía de tu bicicleta, solo o en familia.
Cualquiera de las rutas que ofrecemos en el Danubio te ofrece la posibilidad de conocer la ciudad Imperial de Viena, donde podrás admirar las obras de Klimt. Aunque, este no es el único atractivo de la ciudad. Complementa tu visita con un pedazo de tarta Sacher y una visita a la noria, desde donde puedes disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad.
Sin duda, Viena es una ciudad de visita obligatoria para los amantes del arte. Una forma auténtica de conocer este destino a orillas del río Danubio es en bicicleta. Una ruta que podrás realizar sin preocupaciones, ya que apenas hay desnivel y la infraestructura de servicios para el viajero se encuentra bien desarrollada.
¡Contáctanos para realizar esta maravillosa ruta en bicicleta que no te dejará indiferente!
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