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Se acerca la Navidad, una época en la que todos nos dejamos contagiar por la alegría, paz y amor… Tiempo de compartir, reír, comer… ¡y reflexionar! Y así es que, en una época tan mágica como esta, te propongo conocer el verdadero regalo de peregrinar el Camino Portugués en Navidad.
Decidir cuándo, cual, cómo y con quién recorrer el Camino de Santiago no son cuestiones triviales y más si decides emprender una aventura a lo largo del Camino en unas fechas tan especiales. Por eso, he decidido alimentar el espíritu navideño y contar que es lo que te encontrarás a lo largo de un Camino de cuento en Navidad.
Porto
Comencemos por el principio de un camino de cuento. Porto u Oporto, una ciudad portuguesa llena de encanto, es el comienzo de nuestro cuento navideño. Si bien es cierto que Porto desprende magia los 365 días del año, en Navidad la esencia que transmite supera nuestras expectativas.
En la grandiosa Avenida de los Aliados y justo delante del ayuntamiento, el gigante árbol de navidad anuncia “o Natal” a visitantes y habitantes de la ciudad. En el centro histórico, Patrimonio de la Humanidad, las fachadas de presencia decadente y a la vez mágica se visten de gala: las luces y adornos se mezclan con las coloridas paredes portuenses.
Desde su Ribeira, el aroma a navidad se percibe con todos los sentidos. Comida, artesanía y mercados navideños marcan el paseo por las calles empedradas de la ciudad. Y no nos olvidemos del río Duero, que también brilla; las luces anuncian desde ambas riberas la navidad.
Valença do Miño y Tui
El cuento continúa siendo en prosa portuguesa para así seguir contagiándote con el ambiente de Valença do Minho. Su fortaleza, iniciada a principios del s. XIII da cobijo a su ciudad y ofrece un dulce aroma a chocolate en todos sus comercios para celebrar la navidad. Además, la pequeña ciudad fortificada descubre los que haceres de Papá Noel con Duendelandia, un escenario realmente mágico para todas las edades.
Justo en frente de Valença do Miño, en la ribera opuesta, se encuentra Tui. Para cruzar el río Miño, puedes caminar sobre el Puente Internacional; cruzándolo, seguiremos esta historia navideña hacia un nuevo país.
La antigua capital del Reino de Galicia, Tui, se encuentra en la comunidad autónoma de Galicia, España; en ella te sentirás como parte de una novela aristócrata. Sus monumentos, como la Catedral, están en época de fiesta: luces, adornos y espectáculos de navidad reciben a todo aquel que se anima a visitar la llamada ciudad de piedra.
Vigo
La siguiente parada es Vigo, la ciudad de los diez millones de luces de navidad. El espíritu navideño brilla más que nunca en este ambiente más metropolitano de nuestro cuento. Una noria gigante de 60 metros de altura ofrece una panorámica increíble de la ciudad reluciente. Y junto con ella, destaca el árbol de navidad en la Porta do Sol que ilumina cada año sus calles más céntricas con luces de distinto color. El muñeco de nieve gigante en la calle Rosalía de Castro da la visión invernal, la bola de Navidad en Colón y las cajas de regalos gigantes anuncian las primeras compras en los mercadillos de navidad de la Alameda o de la calle Príncipe. Sin duda, un Camino lleno de escenarios variados con mucho encanto navideño!
Pontevedra
Pontevedra es la siguiente protagonista, una ciudad histórica, llena de monumentos que reflejan su esencia y que escogen sus mejores “ropas” en Navidad para contrastar su elegante color piedra con los tonos más navideños.
Perderte en sus calles es como seguir una senda de luces y mercadillos de navidad que siempre desembocan en pequeñas y coquetas plazas. Un ejemplo es la plaza do Teucro, que según la leyenda recibe su nombre por el fundador de la ciudad. Si, Pontevedra también es lugar de leyendas y mitos que son relatados a través de esculturas, grabados y monumentos. En la plaza do Teucro, cada navidad se establece Nadaladas, un mercado que apuesta por los artesanos de la zona.
Además, Pontevedra no se olvida del espíritu aventurero ya que crea un espacio dedicado al ocio, Nadalocio, con atracciones como la pista de hielo.
Caldas de Reis
Aunque un buen chocolate en navidad es más que bienvenido, estamos en invierno y pienso que a nuestro cuento le falta un buen baño en aguas termales. Y eso haremos en Caldas de Reis, pueblo de Cilenos que desde la Edad del Bronce llevan aprovechando los beneficios de sus fuentes naturales de agua termal.
Así, envueltos en el ambiente de este pequeño y familiar pueblo, sus visitantes también hacen parte y participan en su programación cultural navideña. Música, dulces típicos de navidad, teatro… y un buen baño en sus aguas termales! Ya no solo tu espíritu navideño estará espléndido en este Camino de cuento, sino que tu cuerpo y mente estará relajado.
Para terminar este capítulo, solo falta comer un buen pan de manteca; lo podrás degustar en este pueblo o en la aldea de Carracedo, perteneciente al ayuntamiento de Caldas de Reis. Este manjar es típico de esta zona y te dará mucha energía para seguir con esta preciosa aventura.
Valga y Padrón
Estos dos ayuntamientos serán nuestros siguientes destinos de cuento. Valga es un pequeño ayuntamiento de apenas 6000 habitantes en el que cada año reflejan las celebraciones navideñas en la elaboración de un belén artesanal en movimiento.
Año tras año, montan su belén desde cero y van incorporando nuevas escenas. De hecho, destaca tanto por sus dimensiones como por sus escenas de carácter religioso y de la actualidad. Así, con más de 3000 piezas estarás expectante y disfrutando de cada detalle. Después de Valga y pasando por Pontecesures se acerca el penúltimo protagonista de este Camino, el pueblo de Padrón.
Padrón es un enclave histórico y muy importante para entender el relato del Apóstol Santiago. Al igual que en los anteriores lugares, al ambiente festivo navideño está presente en cada rincón de Padrón.
Puedes observar el pueblo desde el Convento del Carmen, en el alto del pueblo y visitar la Iglesia de Santiago donde se encuentra el ara romana a la que, según la leyenda, los discípulos Atanasio y Teodoro habían atado la barca de piedra donde transportaban los restos de Santiago el Apóstol.
Santiago de Compostela
Si ya por norma general Santiago de Compostela deja huella, en Navidad aún más. En cada piedra y rincón la ciudad apostólica desprende paz, amor, solidaridad… y un buen ejemplo son las fiestas Navideñas de la familia Paluso, un acto de solidaridad y humanidad que nos hace reflexionar y apreciar la bondad de las personas.
La familia Paluso regentaba un bar en Conxo que se vio obligado a cerrar sus puertas en 2008. Hasta entonces, llevaban desde 1994 dando de cenar gratis a gente sin recursos, a familias o a personas que no tenían con quien pasar las fiestas de navidad. Aunque el bar tuviese que cerrar sus puertas, nunca se dejaron de servir estas cenas ya que, a día de hoy se siguen juntando todas aquellas personas que lo desean con la familia Paluso.
Por otro lado, el ambiente festivo en Santiago se contagia fácilmente. La programación cultural ofrece un sinfín de actividades esparcidas por toda la ciudad; muestras de arte, espectáculos musicales, teatro, panxoliñas (villancicos), danzas…
La iluminación de la Catedral de Santiago de Compostela y de toda su ciudad combinan a la perfección con el color piedra de cada edificio, plaza, escultura, parque, calle… Y sin olvidarnos de los mercados navideños! El Mercado da Estrela destaca por ser un espacio creativo donde además se puede degustar diferentes delicias gastronómicas de la cocina local a través de un formato moderno con los foodtrucks y cantinas gourmet. Por otro lado, el Mercado de Nadal presenta el comercio local con su faceta más próxima y social ya que incluso en su espacio tiene lugar una ludoteca.
Es casi imposible describir cómo será tu Camino de cuento o tu cuento de navidad en el Camino. Aún así, pienso que una buena forma de marcar un continuará es ir a la Plaza de Abastos. Allí, en un ambiente cálido y entrañable -además de estar rodeado del mejor pescado, marisco, carne, productos del huerto etc,.- estará el Apalapador. El Apalpador es un viejo carbonero de la montaña de O Courel que cada año baja del monte para visitar a niños y mayores. Así, durante su visita el Apalpador dará las mejores castañas de O Courel y los más buenos deseos para una vida feliz y dichosa.
Continuará…
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