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El Camiño dos Faros, o Camino de los Faros, es una de ruta de senderismo y cicloturismo que te permite conocer el paisaje marítimo gallego, en el que conectarás con el Océano Atlántico de manera más intimista. Descubrirás hermosas playas naturales, los acantilados más altos, los pequeños pueblos marineros de larga tradición y su vinculación con los faros.
El Camiño dos Faros, sigue los faros que se encuentran a lo largo de este punto del litoral gallego, la famosa Costa da Morte. Hoy te presentamos la historia de los faros que señalan la estela de la costa a los barcos que surcan el Atlántico. Si quieres saber más sobre a Costa da Morte y sus numerosos faros, os contamos un poco de la historia de faro en faro.
Camiño dos Faros: historia de faro en faro
Faro Touriñan
El faro original fue inaugurado en 1898 debido a los grandes naufragios que se produjeron en esta zona a finales del siglo XIX. Se encontraba a 50 metros sobre el nivel del mar y contaba con una luz capaz de alcanzar las 10 millas que, 20 años más tarde, fue sustituida por que doblaba esta cifra. Actualmente, el faro que nos encontramos en este punto fue construido en 1981 y fue equipado con una luz que logra alcanzar las 23 millas. Entre los meses de marzo y abril es el último rincón de la Europa continental en ver el sol, sin duda merece la pena esperar a que el sol se ponga y disfrutar de las impresionantes puestas de sol.
Faro Vilán
El faro Vilán se adentra en el mar gracias a una rocosa lengua de tierra que lo sitúa a más de 100 metros de altura. Antes de la construcción de este faro, en su lugar había otro, datado de 1854 conocido como el Faro Vello pero, al no estar ubicado en la parte más alta, no lograba iluminar correctamente el mar y muchas zonas quedaban ciegas.
Fue en 1896 cuando se inaugura en este punto el primer faro eléctrico del país, no sin antes producirse graves naufragios a los pies del antiguo faro, en 1933 fue declaro de Interés Nacional y que actualmente alberga en su interior, en la antigua vivienda de los fareros, un museo donde se pueden ver las antiguas óptimas y conocer la historia del faro.
Faro Punta da Barca
Este faro se sitúa muy cerca del Faro Milán, el lugar en el que se ubica conforma un paisaje espectacular que lo convierte en un sitio ideal para para ver salir el sol. Muy cerca encontramos el Santuario de la Virxe da Barca, otro punto que recomendamos visitar, y que goza de una impactante ubicación junto al mar embravecido de la zona. El Faro da Punta da Barca, o faro de Muxía, fue construido a principios del siglo XX para indicar la entrada a la ría de Camariñas.
Faro Roncudo
Este faro, construido con una altura de 11 metros, en un entorno rocoso desde el que se puede disfrutar de una panorámica de la Ría de Corme y Laxe. Debe su nombre al ronco ruido que producen la olas del mar al romper contra los acantilados. Estos acantilados son conocidos por ser hogar de uno de los productos gastronómicas más ricos y preferidos de Galicia: el percebe.
El mar bravo de esta zona hizo naufragar numerosos barcos y muchos marineros perdieron aquí la vida. Por ello, este lugar es conocido como Costa da Morte por lo que es normal encontrarse con cruces sobre las rocas en las que se hundieron los barcos.
Faro da Laxe
Es el hermano gemelo del faro del Roncudo, se encuentra en la punta del Morte da Insua. Muy cerca de este faro se puede una escultura de bronce, ‘A Espera’. Se trata de un homenaje a todos aquellos hombres que perdieron la vida en el mar y a sus mujeres, que esperaban su regreso.
Faro Fisterra
Por último, pero no menos importante, nos encontramos con el emblemático Faro de Finisterre. Se construyó en 1853 para señalizar uno de los puntos clave de la costa gallega. A los pies de este faro tuvo lugar, en 1596, uno de los naufragios más importantes de la historia. Tras el fracaso de la Armada Invencible, ocho más tarde, Felipe II decide arriesgarse, nuevamente, y enviar una segunda flota de barcos. En octubre de 1596 los barcos, que habían partido desde Cádiz, Lisboa y Sevilla, fueron sorprendidos por un fuerte temporal, muriendo cerca de 800 marineros de cuatro galeones.
Además del bravo mar de esta zona, la densa niebla de esta zona también dificulta durante los meses de invierno la navegación. Por ello, a finales del siglo XIX, se añadió en el edificio anexo la conocida como Vaca de Fisterra. Se trata de una sirena que emitía un fuerte sonido alcanzando las 20 millas. Con este sonido, se conseguía avisar a los navegantes que no vislumbraban la costa del paisaje abrupto.
Hay que destacar que, para muchos, este faro se encuentra en el final del Camino de Santiago.
Sin duda un paisaje que no te dejará indiferente. Caminar siguiendo la línea de costa de Faro en Faro parando en los pequeños pueblos pesqueros sin equipaje es posible con Tee Travel. Te dejarás llevar por los acantilados, la brisa del atlántico y su impresionante gastronomía.
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