Mallorca, tenía muchas ganas de conocer esta preciosa isla de la que tanto me habían hablado o yo misma me había documentado. Había escuchado sin duda un denominador común: sol, playa y fiesta. Aunque también había llegado a mis oídos que es una isla tranquila, acogedora, cálida aunque en la Tramuntana nieve, con unas calas estupendas… y un día inesperado llegó la oportunidad de caminar la Serra de la Tramuntana: por supuesto ¡me apunto!
Mi aventura en la Sierra de la Tramuntana
Bueno, me dispongo a preparar la maleta y he de tener varias cosas en cuenta para no olvidar lo esencial, me voy a caminar, ya estamos en otoño, pero me voy a una isla, así que empiezo por la mochila diaria. Se trata de una Ruta de Gran Recorrido (GR221), por lo que estaré caminando por sendero en la montaña durante horas, rodeada de plena naturaleza, así que necesito llevar conmigo lo imprescindible: documentación personal y del viaje, dinero, un teléfono, un pequeño botiquín (un par de guantes de látex o vinilo, unas tijeras con punta redonda, unas pinzas sin dientes, una aguja, una manta térmica, tiritas [mejor en banda para adaptar al tamaño de la lesión], esparadrapo de tela, gasas o compresas de gasa, vendas [dos tamaños], una bolsa de frío químico, suero fisiológico [5 o 6 mono dosis], agua oxigenada, un antiséptico a base de yodo tipo betadine en crema y un par de sobres de ibuprofeno), sin duda, mi bolsa para el agua no puede faltar, una navaja multiusos, un bolígrafo, un bloc de notas, una cámara de fotos, una gorra, un bote pequeño de crema protectora, pañuelos de papel, frutos secos, un par de piezas de fruta, un poco de chocolate, un sándwich, un palo/bastón, y como buena gallega, no puedo dejar atrás el impermeable, por si acaso, no es lo que más pesa… el resto de mis cosas personales tales como el neceser, las zapatillas de trekking y/o botas de montaña, unas chanclas, un pijama, la ropa interior, dos pantalones cómodos que además se puedan hacer cortos, tres camisetas, un cortavientos, un forro polar y un traje de baño lo llevo en la maleta que me trasladarán de alojamiento en alojamiento.
Salgo de Galicia con botas de agua, una chaqueta tipo plumífero… vamos ¡que llueve!. Aterrizo en el aeropuerto de Palma de Mallorca y ya por la ventana del avión entran unos rayitos de sol muy apetecibles, en cuanto salgo a la calle no me queda otra que llegar lo antes posible al alojamiento si no quiero morir ahogada… ¡qué calor! 25 grados a finales de octubre, ¡desde ya me quedo a vivir aquí! ja ja ja.
Llego al alojamiento situado en un coqueto puerto, Port Pollença. Ceno sentada literalmente al lado del mar y me dispongo a descansar, dado que mañana da comienzo mi recorrido a pie por la Serra de Tramuntana. La Ruta de la Pedra en Sec y/o Serra de Tramuntana se puede realizar en ambos sentidos, está bien señalizada, en esta ocasión yo comienzo mi andadura en Port Pollença y finalizaré en Valldemossa, dejando a mi paso fascinantes poblaciones como son: Pollença, Lluc, Cúber, Sóller, Port Sóller y Deiá.
Por la mañana temprano tomo un autobús que me lleva al centro de Pollença, así evito 7 kilómetros caminando por asfalto siguiendo un arcén situado en la carretera nacional que une Port Pollença con Pollença y por la que además me llevará el autobús. Desde el centro de Pollença descubriendo paso a paso su bello casco histórico parto siguiendo la señalización del GR221 dirección Lluc. Camino entre campos de cultivo asciendo por montaña y desciendo la misma hasta encontrarme de nuevo con campos de cultivo. Me encuentro otras personas de distintas nacionalidades realizando la ruta, nos saludamos e incluso con alguna persona intercambio palabras acerca del espectáculo que la naturaleza nos ofrece durante la ruta, es impresionante ¡no dejo de sacar fotos! y así poco a poco alcanzo el Monasterio de Lluc. En este lugar solo está el monasterio, su museo, una cafetería, un restaurante, una parada de taxis, una parada de autobús y el Centro de Interpretación de la Serra de Tramuntana. Sin duda me quedo a dormir en el Monasterio de Lluc, un impresionante y tranquilo lugar, otra opción sería volver a Port Pollença.
Parto de Lluc ascendiendo una escalera natural de piedra entre olivos. Más adelante continúo un sendero de hierba y tierra que me lleva en descenso hasta el Embalse de Cúber. En este lugar no hay ningún servicio por lo que vendrán a recogerme para llevarme a Port Sóller donde pasaré la noche.
Tras trasladarme al Embalse de Cúber comienzo mi etapa bordeando el propio embalse, no voy sola, somos muchos los que bajamos del autobús para realizar la ruta… en nuestro camino se cruza una vaca que está comiendo las ramas de los árboles… se respira aire puro, paz, tranquilidad… Desciendo por el Barranco de Biniaraix hasta alcanzar en llano el Casco Histórico de Sóller. Llego a su plaza principal, me pierdo por sus calles, disfruto de su gastronomía y tomo el tranvía que me lleva a Port Sóller, donde pasaré la noche. Se trata del primer tranvía eléctrico de Mallorca, la línea fue inaugurada en 1913, ¡qué ilusión viajar en un tranvía histórico!, durante el viaje me deleito con unas maravillosas vistas del pueblo de Sóller y de la Serra de Tramuntana. Otra opción sería quedarme a dormir en Sóller.
Para abandonar Port Sóller y alcanzar la Ruta de nuevo, existen dos alternativas o regresar en tranvía a Sóller o caminar hacia el faro y retomar la Ruta. Yo decido regresar a Sóller y continuar desde allí mi andadura hasta Deiá. Ascenderé hasta este pueblo situado aproximadamente a 730 metros sobre el nivel del mar. Deiá se encuentra a la sombra de la montaña de Teix, es un pueblo mítico gracias a la áurea cosmopolita aportada por artistas de todo el mundo. Esta noche sin duda me quedo a dormir en este lugar tan idílico.
Desde Deiá asciendo hasta alcanzar el Camino del Archiduque, poco antes de alcanzarlo me encuentro un grupo de alemanes en sentido contrario, camino por el mismo dejando el Mar Mediterráneo a la derecha, el cielo está tan azul que desde esta altura y lejanía no puedo apreciar con claridad donde finaliza el mar y donde comienza el cielo… Desde el Camino del Archiduque comienzo a descender hasta Valldemossa, un pueblo con un imponente casco histórico donde parece haberse parado el tiempo…
Y hasta aquí llega mi andadura por la Serra de la Tramuntana, durante estos días de caminata he vivido y experimentado sensaciones y momentos inolvidables… parece increíble pero estar rodeada continuamente de montaña, piedra, arbustos, árboles y del mar me aporta una sensación de libertad que es difícil describir con palabras… Sí, llegué a la isla con una idea totalmente diferente, aunque mi objetivo era caminar en un entorno natural, no sé, al ser una isla, me esperaba un lugar más seco y desértico, sin embargo, para mi sorpresa he disfrutado como Heidi en sus Alpes suizos y me he movido como pez en el agua tanto en sus pueblos como en su ciudad principal, Palma. El sol radiante me deja unas postales del Mar Mediterráneo y de la Tramuntana que no puedo dejar de fotografiar. Finaliza mi vivencia en la Tramuntana, he disfrutado de su clima, su naturaleza, gastronomía, su cultura, sus gentes, … y ahora toca llevar un souvenir y como no puede ser de otra forma, abandono la isla cargada de Ensaimadas. ¡Dios mío! ¡qué alimento tan rico! ¡a ver si llego con todas a Galicia!
La Serra de Tramuntana es un pulmón de oxígeno en el noroeste de la Isla de Mallorca. Ven a descubrir este pedacito de Patrimonio de la Humanidad que te ofrecen las Islas Baleares.
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